Inicialmente este verano tenía
previsto una doble escapada, una primera en Asturias y seguidamente otra en Cáceres,
dos zonas con muchos puertos pendientes, bastantes de ellos incluidos además en
la lista BIG y el CIMA. Pero tras la presentación del recorrido del Tour de
Francia y la inclusión en el mismo de la ascensión al col de Portet empiezo a
replantearme la situación y termino cambiando Asturias por Pirineos. Aunque ya
tenía ganas de volver por Asturias la tentación de subir el Portet antes de la
llegada del Tour es demasiado grande y no tardo mucho en preparar unas rutas con algunos de los puertos que tengo pendientes.
El domingo 1 de julio empiezo
está nueva aventura. Ahí que aprovechar bien el viaje y toca madrugar. A las 6
de la mañana me pongo en marcha rumbo a la localidad oscense de Escalona. El
viaje es tranquilo, en cuanto llego preparo la bici y a las diez estoy listo
para salir. Tenía diseñada desde hace tiempo una ruta con cuatro subidas
incluidas en el CIMA: Fanlo, Bestué, Tella y Serveto, pero son más de 140 Km. y va a ser imposible
realizarla en esta jornada, así que ya salgo con la idea de hacer las dos
primeras y dejar las otras para otra ocasión.
En la salida del pueblo giro a la
izquierda en dirección al valle de Vió. Dejo a la derecha el cruce a Bestué y
sigo de frente. Un poco después llego a un nuevo cruce. Se puede llegar a Fanlo
por las dos carreteras, aunque la más espectacular es la que sale a la derecha
en dirección al cañón de Añisclo. Esta ruta lleva tiempo cerrada a causa de
unos desprendimientos y una señal ya avisa del corte de la carretera, pero como
de momento puedo pasar sigo por ella. Pronto la carretera se encajona en el cañón
labrado por el río Bellós que discurre muchos metros más abajo. Casi 3 Km. después de haber cogido
el desvió ya me encuentro la carretera totalmente cortada y tengo que dar media
vuelta. Una auténtica pena no poder seguir por aquí, aunque hace muchos años ya
había pasado en coche tenía muchas ganas de hacerla en bici.
Toca seguir por la otra
carretera, totalmente diferente, mucho más abierta y sin la espectacularidad de
la otra. La carretera asciende hacía Gallisué con alguna herradura al principio
y luego con un trazado sinuoso bordeando la ladera de la montaña.
Pasado el cruce de Gallisué la
pendiente va disminuyendo, disfrutando incluso de algún pequeño tramo de
bajada. Paso por el pueblo de Buerba, donde ya van apareciendo de frente las
montañas del parque de Ordesa y Monte Perdido, y llego al alto de Vió a 1.265 m. de altitud.
Ahora tengo que bajar 2.5 Km. hasta conectar con
la carretera que sube por el cañón de Añisclo. Desde el mirador que hay en la
bajada la vista sobre el cañón es realmente impresionante.
Termino de bajar y giro a la
izquierda en busca del final del ascenso en el pueblo de Fanlo. Me quedan
casi nueve Km. que no llegan al 4% de pendiente media, con una primera parte más
suave y con muchos descansos.
En la parte final con varias
herraduras la pendiente aumenta bastante y ya se empieza a notar el calor, unos
30º en esta parte. Llego hasta el alto de Fanlo donde la carretera se dirige
por la otra vertiente a Sarvisé, aunque yo giro a la izquierda para
llegar hasta el pueblo.
Después de comer un poco empiezo
a bajar por el mismo sitio. Ahora tengo que desandar todo el camino aunque al
llegar al inicio del alto de Vió sigo bajando por el cañón hasta llegar a la
ermita de San Urbez donde ya está definitivamente cortada la carretera y no se
puede bajar más. En este punto es donde se inicia la ruta a pie por el cañón de
Añisclo. Hace ya muchos años pude pasar por ahí en una ruta espectacular que
inicié en el Valle de Pineta y tras superar el collado de Añisclo bajé por el cañón
para finalizar en la ermita.
Con las calas no puedo moverme
mucho y no paso del aparcamiento así que después de hacer las fotos
vuelvo por donde he venido para subir el alto de Vió. Desde la ermita me quedan
casi 300 m.
de desnivel por ascender. La subida es corta pero con una pendiente media
superior al 8% y se me hace bastante dura. Aquí veo que no tengo muy buenas
piernas y empiezo a notar los efectos del calor. El paso por el mirador me
sirve de excusa y vuelvo a parar y ya aprovecho para comer algo.
Llego al alto y empiezo la larga
bajada que me ofrece magnificas vistas con la montaña de la Peña Montañesa al
fondo.
Finalizo el descenso y paso sobre
el río que está lleno de bañistas. Miro el garmin, son las dos y media de la
tarde y ya marca 32º. La tentación es grande y se me pasa por la cabeza finalizar
ya la ruta y darme un chapuzón. Pero he venido a dar pedales así que hay que
seguir y un poco más adelante me desvió a la izquierda para iniciar el ascenso
a Bestué.
La carretera es estrecha y sin
pintar pero tiene un asfalto bastante bueno. La subida no es especialmente dura
pero los primeros 7.5 Km.
son al 7% de pendiente media. En la primera rampa algo más dura tengo la
confirmación de que no voy nada bien, y mientras el termómetro sigue subiendo
mis fuerzas van para abajo. Entre 35 y 36º hago toda la subida, así que no me
queda otra que subir piñones y disfrutar lo que pueda del bonito paisaje.
En el pueblo de Puértolas termina
está parte de la ascensión, pero justo a su paso se encuentra la rampa más dura
que llega al 14-15%. La subo como buenamente puedo pero termino tan fundido que
nada más superarla me paro a coger un poco de aire en la primera sombra que
veo.
Medio Km. de descenso y la
carretera se bifurca en dos. Por la derecha se va a Escuaín y yo tengo que
seguir por la izquierda hacía Bestué que ya se puede observar desde aquí.
Los 4 Km. que restan son ya muy
suaves, aunque todavía esconden un par de rampas duras, la última justo a la
entrada del pueblo. Aquí me olvido del sufrimiento anterior y puedo disfrutar del
paso por esta carretera, más estrecha todavía y con mucho encanto.
Unas fotos en el pueblo y empiezo
la bajada donde puedo disfrutar otra vez del bonito paisaje del valle y la Peña
Montañesa.
Casi son las cuatro y media
cuando llego a Escalona y termino el recorrido con 87 Km. y 2.200 m. de desnivel. Y
aunque las sensaciones en esta primera ruta no han sido muy buenas que digamos
no me preocupo en exceso, y confío en que la cosa vaya mejorando los días
posteriores.
Meto la bici al coche y me pongo
en marcha en dirección a la localidad francesa de Arreau donde tengo el
alojamiento las próximas tres noches. Echo gasolina antes de pasar a Francia, paro
a comer algo al salir del túnel de Bielsa, ya en la parte francesa, y sigo hasta
Saint Lary Soulan y Arreau. Me instalo en el apartamento y ya me entero que en
el mundial de fútbol Rusia nos ha mandado para casa en los penaltis. Los buenos
tiempos de la selección parece que ya son cosa del pasado.
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