La temporada ciclista de
carretera va tocando a su fin y una de las últimas citas la tenemos en
Hiendelaencina con Los 100 del Alto Rey, que este año se celebra el domingo 17
de septiembre. A las 07:30 hemos quedado Romel, Alejandro, el Gato y yo; David
Andrés y David López van en otro vehiculo. La mañana es fría y durante el viaje
el termómetro llega a marcar 1º bajo cero.
La salida está prevista a las
nueve pero se retrasa un poco y aunque la mañana va mejorando buscamos un buen
sitio al solecito.
A las nueve y media se da la
salida en dirección a Atienza. Primer tramo en suave subida y luego afrontamos
la bajada hasta el río Cañamares. A pesar de haber salido un poco justo de ropa
solamente en la parte final más umbría paso un poco de frío, así que en el
resto de la marcha la temperatura ya no será un problema.
Llegando a Atienza el grupo ya va
bastante estirado, rompiéndose definitivamente en los Km. siguientes.
Antes de llegar a Somolinos
aflojamos un poco la marcha para no tener que esperar demasiado en el
avituallamiento de Villacadima, y subo tranquilo el alto de la Pela echando
unas fotos.
En el alto paro un poco para
esperar que llegue el resto del equipo.
Cuando arranco me toca pedalear
en solitario contra el aire de cara que molesta bastante. No quiero forzar
mucho y pronto me alcanza un pequeño grupo que lleva mejor ritmo.
Cogemos a los dos David que estaban
un poco por delante y llegando al cruce de Villacadima ya vemos al grupo de
cabeza que no está muy lejos. Una vez cogido el desvío nos dejamos ya caer
tranquilamente hasta el avituallamiento.
Unos veinte minutos de parada y
continuamos la marcha. Antes de que empiecen las dificultades tenemos un tramo
favorable camino de Galve de Sorbe.
Pero antes de llegar a esta
localidad la carretera ya empieza a ser ascendente y por delante se empieza a
incrementar el ritmo, así que gano posiciones para llegar hasta la cabeza.
La bajada posterior la hacemos
también bastante rápido y aunque el tramo libre no comienza hasta el cruce de
Aldeanueva de Atienza está claro que la tranquilidad ya se ha terminado. Es el
momento de jugar un poco a ciclistas y David Andrés ya está preparando la
emboscada. En cuanto empieza la subida de Poyato se lanza al ataque para
intentar sacar ventaja en este tramo de repechos que le van bien. Se marcha por
delante un grupo de 7-8 con David y el Gato entre ellos. Yo intento mantener la
distancia pero sin pasarme de vueltas que todavía queda mucho. Con la ayuda de
un ciclista de Alcalá de Henares que también lleva dos compañeros delante
conseguimos enlazar justo cuando comienza el repecho de Pelagallinas. David ya
no va muy sobrado y yo con subir a su rueda tengo bastante, así que todo el
grupo se marcha y nos quedamos los dos. Cuando terminamos la subida paso yo al
relevo y un poco más adelante volvemos a conectar. David todavía tiene ganas de
marcha y según llegamos vuelve a atacar y se marcha por delante, lo que hace
que hagamos la bajada hacía Aldeanueva a buena velocidad intentando cazarle. Nada
más empezar a subir el alto de las Corzas cogemos a David y el grupo se rompe
definitivamente, buscando cada uno su ritmo. David se queda un poco atrás y yo
me voy con el Gato y aunque intento aflojar un poco ya no hay forma de bajar
las pulsaciones. Por lo menos puedo ya tirar alguna foto, que hace mucho que no
disparo.
Cuando llegamos al cruce que nos
lleva al alto el garmin marca 165 ppm y queda lo más duro. El Gato se me va en
la zona del monte pero consigo mantenerle la distancia. A pesar del calentón
que nos hemos pegado voy aguantando bien y consigo terminar la subida con un
ritmo bastante constante. Un poco más tarde llega David
Me como medio plátano y desciendo
un poco para echar unas fotos a los ciclistas que quedan por llegar.
Antes de que terminen de subir
todos ya está bajando gente, entre ellos el equipo adnamantino, así que hago
las últimas fotos y me voy tras ellos. Bajo tranquilo, pensando además que
habría reagrupamiento en Bustares. Llego al pueblo y este año no hay nadie, así
que sigo para adelante. Me he quedado en tierra de nadie. Los de delante han
bajado más rápido, y aunque los he llegado a ver están muy lejos y por detrás
no aparece nadie tampoco.
Subiendo el repecho del molino ya
veo que viene un grupo por detrás que esta haciendo la bajada previa, así que
me paro y espero para echar unas fotos en esta zona, una de las más bonitas de
la marcha.
Continúo ya con ellos hasta el final. Cuando llego los dos David, que no se quedaban a comer, ya se han vuelto para Almazán y los demás están terminando de cargar las bicis. Nos lavamos un poco en la fuente de la plaza y nos vamos a por la comida. El menú: una cervecita, bocata de picadillo y sobretodo la espectacular tortilla de patatas, casi lo mejor de la marcha, jeje. Nos tomamos después un cafecito y vuelta para casa, después de haber pasado una buena jornada de ciclismo.