Hoy tengo por delante una dura
jornada, primero con un traslado de 60 Km. hasta Barcelonette y luego la ruta de
unos 120 Km.
y algo más de 3.100 m.
de desnivel. Como el día va a ser caluroso quiero empezar pronto y me levanto nada
menos que a las cinco de la mañana.
Un poco antes de las siete y
media ya estoy en Barcelonette listo para empezar a dar pedales. Por delante me
espera un todo un clásico de esta zona de los Alpes, la ruta circular con los
puertos de Allos, Champs y La Cayolle, todos ellos por encima de los dos mil
metros de altitud.
Salgo de Barcelonette en
dirección sur por la D902 y en apenas un par de Km. llego al cruce donde hay
que elegir el sentido de la ruta, por la izquierda hacia el col de la Cayolle y
por la derecha hacia el col d’Allos por la D908. Yo la tenía diseñada desde
hace varios años empezando por Allos y así la voy a hacer, aunque a decir
verdad ya no se el motivo por el que elegí este sentido.
El col d’Allos fue un puerto de
paso habitual del Tour de Francia hasta los años 50 aunque progresivamente esta
zona de los Alpes fue perdiendo protagonismo y desde entonces solamente se ha ascendido
en contadas ocasiones. La última de ellas en la 17ª etapa del año 2015 con
final en Pra Loup y victoria del corredor alemán Simon Geschke. El puerto por
esta vertiente tiene su dureza, con 17.5 Km. de longitud al 6.4%.
Empiezo a subir por una estrecha
carretera de trazado sinuoso que mantiene dirección sur y discurre paralela y
muy próxima a la ascensión a la Cayolle. La pendiente se mantiene entre el 7 y
el 8% durante 4 Km. en el tramo quizá más
duro de la subida.
Pasada esta zona la carretera
gira bruscamente a la derecha y durante los siguientes Km. traza una amplia U invertida para salvar el
barranco del torrente de Agneliers por un
terreno más abierto y con tramos bastante aéreos.
Pasado el pequeño núcleo de Les
Agneliers disfruto brevemente de la magnifica vista sobre la parte del barranco
ya superada, y a continuación la carretera se introduce en un espeso bosque que
me acompaña durante un par de Km. Por aquí se rompe la tranquilidad que había
tenido en toda la subida y empiezan a adelantarme las primeras motos del grupo
que ayer estaban en el col de Vars.
Superado el bosque y ya dentro de
los últimos 5 Km.
de ascensión el trazado del final del puerto se adivina perfectamente con la
carretera serpenteando por la ladera de la montaña con un trazado bastante rectilíneo
solo interrumpido por un par de amplias curvas de herradura.
Pasadas las curvas echando la
vista atrás puedo ver buena parte de todo este tramo abierto que acabo de
superar.
El final del puerto se hace
esperar un poco y antes de coronar todavía tengo que pasar por una zona arbolada
que precede a la cima.
En la cumbre situada a 2250 m. de altitud la
temperatura es de 20º y se está bien así que me quedo allí a hacer el primer
avituallamiento. En la cima no existe ningún establecimiento para tomar algo y
los moteros han continuado camino, solo queda un grupillo mirando una moto que
tiene algún problema mecánico. El camión-escoba ha pasado hace un rato y ya iba
cargado con tres o cuatro.
La bajada es por un zona abierta
de praderas con varias herraduras muy separadas entre ellas. En cuanto pierdo
un poco de altura tengo una buena panorámica con el trazado completo que me va
a llevar hasta La Faux d’Allos.
Esta es la zona más dura de esta
vertiente con pendientes del 7-8%. A partir de La Faux d’Allos el descenso es
muy cómodo con una carretera más ancha, muy rectilínea, y no mucha pendiente.
Después de pasar por el pueblo de Allos la pendiente decrece todavía más y toca
dar muchos pedales hasta terminar la larga bajada en el pueblo de Colmars.
En Colmars prácticamente ni llego
a entrar, puesto que la carretera por la que tengo que continuar se coge justo
a las afueras donde termina el descenso de Allos. Una pequeña parada y empiezo
a subir el col des Champs de 12
Km. de longitud al 7% de pendiente media. La historia de
este puerto en el Tour de Francia no da para mucho, solo una aparición en la
edición de 1975. Ascendido en sentido contrario, el primero en pasar por la
cumbre fue Eddy Merckx, continuaron por el col d’Allos y el final estaba
situado en Pra Loup. Merckx inició la subida final con un minuto de ventaja
sobre Thévenet pero terminó cediendo, adjudicándose Bernard Thévenet la
victoria de etapa y posteriormente la general final del Tour.
La carretera es muy estrecha, con
buen asfalto, y desde la misma salida del pueblo discurre por un frondoso
bosque, ascendiendo a base de una sucesión de herraduras con pendiente del
8-9%.
Con una agradable temperatura y protegido
de los rayos del sol por la exuberante vegetación voy superando herraduras
venciendo la tentación de detenerme a echar alguna foto, aunque finalmente más
adelante termino parando en las dos últimas de la serie inicial y las siguientes
ya más aisladas.
Solo al final de la ascensión el
bosque se abre y se disfruta de alguna vista en un bonito tramo al paso por las
dos últimas herraduras.
En contraste con lo que ha sido
toda la subida el puerto termina con el paso por una erosionada y gris ladera.
El puerto se corona a 2085 m. de altitud en el
borde del Parque Nacional de Mercantour y marca el límite entre los Alpes de
Alta Provenza y los Alpes Marítimos.
Arriba hay un falso llano y el cartel está colocado más adelante (yo me lo pasé
y me fui sin la foto) lo que hace que la pendiente media se quede en el 7%
cuando en realidad se hace algo más duro.
La vertiente por la que bajo es
más larga, unos 16 Km.
y comienza con un terreno completamente abierto, con un bonito paisaje
presidido por el Sommet de la Frema y las Agujas de Pelens.
Entro después en un tramo donde
vuelve a aparecer el arbolado y se suceden varias herraduras que desembocan en
la zona de la estación de esquí de fondo de Val Pelens.
En Val Pelens hay un tramo llano
de un Km. y medio y luego se reanuda la bajada ya siempre por una zona de
bosque con numerosas curvas de herradura.
El descenso termina en el pueblo
de Saint Martin d’Entraunes. Aquí busco una fuente donde hacer una parada para
comer algo, refrescarme un poco, y rellenar bidones. La temperatura ronda ya
los 30º y quiero empezar la subida bien provisto de agua.
El col de la Cayolle es otro
puerto olvidado por el Tour de Francia que solamente ha transitado por su
rampas en tres ocasiones. La primera de ellas en 1950 donde paso en cabeza Jean
Robic, la siguiente en 1955 con Charly Gaul en cabeza y la última de ellas en
el ya lejano año 1973 donde el primero fue el corredor español Vicente
López-Carril.
La subida es larga, con 21 Km. de longitud y algo más
del 6% de pendiente media. Comienzo la ascensión por una buena
carretera, mucho más ancha que los puertos anteriores, que va remontando el río
Var con suaves pendientes del 3-4%. Aunque voy subiendo por una zona arbolada
solo al paso por un túnel encuentro un poco de protección frente a los rayos de
sol.
Tras seis Km. y antes de entrar
al pueblo de Entraunes cruzo el río Var que he llevado a mi derecha y a partir
de aquí quedará a la izquierda de la carretera. Enseguida llego a una árida
zona de curvas, parecida al final del col des Champs, donde la carretera gana rápidamente
altura sobre el río con pendientes del 8% que van a mantenerse durante los
próximos cuatro Km.
La aridez en la zona de las
curvas deja paso a un tramo mucho más atractivo en el que la carretera va
remontando el barranco hasta llegar a un descanso en el que se atraviesan un
par de túneles y un puente sobre el Var para continuar subiendo de nuevo por la
izquierda del río.
La siguiente curva de herradura
colgada sobre el barranco ofrece una vista magnifica sobre esta parte de la
subida. De nuevo la pendiente se sitúa sobre el 8% durante un par de Km. hasta
llegar a Estenc, donde al paso por un pequeño lago disfruto de otro
descansillo.
Todavía restan para coronar siete
Km. que van a ser muy constantes con pendientes del 7-8%. Al ganar un poco más
de altura empiezan las herraduras con buenas vistas sobre la zona de Estenc.
A la salida de un pequeño túnel
ya puedo ver delante la ladera que cierra el valle y que tendré que superar
mediante varias curvas de herradura. Este tramo final es la zona más bonita y escénica
de toda la subida.
Llego a la cima del puerto
situada a 2326 m.
A pesar de la gran altitud a la que me encuentro la temperatura no ha bajado y
ronda los 30º, lo que aprovecho para hacer aquí el último avituallamiento de la
ruta.
Ya solo me queda la larguísima
bajada de 30 Km.
hasta Barcelonette. Empiezo con un pequeño tramo recto hasta llegar a un par de
curvas donde se sitúa el refugio de la Cayolle. A continuación viene otra zona
de rectas siguiendo el curso del río Bachelard que ya me va a acompañar en toda
la bajada.
Llego hasta un bonito tramo de
curvas en el que atravieso el río un par de veces, la segunda en una espectacular
curva de vaguada con una pequeña cascada y una vista impresionante.
La carretera va a continuar ahora
por la ladera derecha del valle para cruzar más abajo a la parte izquierda en
otro puente sobre el río que se ve perfectamente desde la curva de vaguada. Hasta
llegar allí disfruto nuevamente de un paisaje espectacular.
A continuación viene un larguísimo
tramo recto con poca pendiente que termina con tres curvas de herradura
enlazadas que me dejan en Bayasse. Aquí vuelvo a cruzar el río y sigo otra vez
por la derecha del valle hasta llegar a Fours Saint Laurent donde hago una
parada en la fuente para rellenar bidones.
Reanudo el descenso que sigue
manteniendo un trazado rectilíneo solo interrumpido por otras dos herraduras
enlazadas. Mas adelante el río se encajona y atravieso la garganta cruzando
varios puentes sobre él. La pendiente va siendo cada vez más reducida y en los
Km. finales se mantiene en el 2-3%.
Paso por el pequeño pueblo de
Uvernet-Fours y enseguida llego al cruce con el col d’Allos para completar el
círculo y alcanzar el punto de salida en Barcelonette.
Antes de salir ya sabía que esta
ruta iba a ser muy bonita pero la verdad es que ha superado ampliamente las expectativas.
Mención especial para el col de la Cayolle por la vertiente de Barcelonette que
me ha parecido un puerto increíble y que tendré que hacer algún día. Así que
esta ruta no la quito de la lista y se sigue quedando pendiente para hacerla en
sentido contrario.
Son las cinco de la tarde cuando salgo
de vuelta al camping y a mitad de camino paro en el lago de Serre-Ponçon donde
me quedo a comer. La tarde no da para mucho más aunque saco un ratito para ir a
la piscina y darme un baño que se agradece después de todo el calor que he pasado
hoy.