Con los otoños primaverales que
tenemos últimamente cada vez comienzo más tarde la temporada de mtb. Este año
hasta el catorce de octubre no realizo la primera salida. Después de tres días
seguidos de carretera salgo con la intención de ir tranquilito pero no he
elegido un buen día, hoy todos son buenos galgos, jaja. El monte además es un
secarral y en todos los arenales me quedo atascado, así que me paso la mitad de
la salida persiguiendo al grupo. Al final 40 Km. a 20 Km/h, mi idea de salida
tranquila no era esta, jaja.
Hasta finales de noviembre, casi
mes y medio después, no vuelvo a cogerla. Hacemos una ruta de sendas hasta el
muro de Valdelaloba, cruzamos luego la autovia y llegamos hasta la fuente del
Cuévano. Desde allí bajamos hasta el camino del valle y nada más cogerlo,
mientras bebo agua y miro para atrás, no sé para que si ya sé que voy el último, me
desestabilizo y cuando miro adelante ya me he ido para la cuneta y no tengo
escapatoria. La caída se salda con un roto en el culotte que estreno ese día y
un golpe en las costillas que no parece ser gran cosa. Aún alargo la ruta por
el camino de la Arboleda hasta llegar a los cincuenta Km.
El sábado dos de diciembre toca
día de nieve. Ha caído un poco el día anterior y hay que aprovecharlo. La nieve
ha echado para atrás a la gente y hoy solamente salimos siete. La caída de la
semana anterior parecía olvidada pero en cuanto me meto al primer camino
empieza a molestarme el costado, así que no puedo disfrutar del todo de la ruta
con una nieve blandita estupenda para andar con la bici.
Al día siguiente con la nieve más
helada prefiero no tomar riesgos y me tomo descanso.
La siguiente salida es el sábado
nueve. Algo más de cuarenta Km. en una mañana fría y con niebla. Formamos ya una
buena grupeta, unos quince. Hoy tenemos avería mecánica, a Juan se le parte la patilla del cambio, pero puede
terminar la ruta sin muchos problemas.
El fin de semana siguiente hago doblete, aunque las rutas no son muy complicadas. El sábado día dieciséis salimos doce y empezamos con el Roji cazando una liebre. El Roji es de caza menor, los corzos y el jabalí de más tarde se le escaparon, pero liebres sí que pilla alguna que otra, jaja. Hoy la avería le toca a Jandro, que pilla una tocona que le destroza el cambio.
Hacemos alguna senda y vuelta por
los Chopazos y el camino del río. En total treinta Km.
El domingo salimos nueve. Ruta
más o menos por la misma zona que el día anterior, aunque la alargo un poco por
el polígono para llegar a los cuarenta Km.
El sábado día veintitrés primera salida
navideña. Ruta de treinta y dos Km.
con alguna de las sendas nuevas y con una afluencia considerable, dieciocho
ciclistas.
Y para terminar el año las dos
últimas rutas los días treinta y treinta y uno de diciembre. Unos ocho grados a la hora de salir, que
no está nada mal para esta época. El sábado no somos muchos, solo diez. De
salida Pedro nos mete por unos cuantos “muros” y nos pegamos un buen calentón.
Terminamos un poco más tranquilos para completar treinta y cuatro Km.
El domingo salida un poco más
numerosa, catorce en total. Ruta durilla de treinta y cinco Km., aunque con un ritmo
un poco más tranquilo. Muchas liebres pillamos esta mañana, más de uno a pares,
jeje.
Y como colofón a esta última ruta
nos tomamos una botellita de cava con la que brindamos para despedir este año
2017.