El sábado 12 de mayo, organizada
por la Agrupación Ciclista Adnamantina, se celebró la XXVII edición de la
Marcha Cicloturista Villa de Almazán. El recorrido de este año es de 114 Km. y unos 1.150 m. de desnivel. En la
salida 83 ciclistas, destacando la participación de un total de 8 féminas.
Buena temperatura a la hora de
salir, unos 10º, cielo cubierto y la previsión de que puede caer alguna gota,
pero sin importancia. La mayor dificultad que vamos a tener va a ser el viento
que ya desde la salida sopla fuerte.
Un poco antes de las nueve nos
ponemos en marcha en dirección a Villasayas. No salimos muy rápido, pero entre
el viento de cara y los pequeños repechos el pelotón enseguida se rompe.
En Villasayas giramos a la
izquierda en dirección a Ontalvilla y Adradas. A partir de aquí el viento es
favorable y lo vamos a llevar así prácticamente hasta el avituallamiento en
Almaluez. La
Diputación de Soria le ha pegado un buen parcheado esta semana a la carretera y
aunque tenemos que ir con precaución por la gravilla podemos circular sin mayor
problema. Aquí ralentizamos un poco más el ritmo intentando reagrupar el pelotón.
Pasamos Adradas y seguimos para
Taroda. Casi todos los participantes nos hemos reagrupado ya, aunque falta el
coche escoba que todavía no aparece. Después de atravesar Taroda se acelera la
marcha para estirar el grupo antes de la bajada hasta Aguaviva de la Vega, que
en un grupo numeroso puede ser más peligrosa.
Saco unas fotos antes de la
bajada y me dejo caer hasta Aguaviva. Desde aquí hasta Utrilla entra el aire
muy favorable y además pica para abajo así que acelero la marcha y me pego un
buen calentón adelantando a los que van más tranquilos. En Utrilla seguimos por
la derecha en dirección a Arcos de Jalón. Bonita carretera con varios repechos
y un asfalto rugoso que se agarra un montón. De la cabeza de carrera ni rastro,
así que bajo un poco el ritmo, aunque voy con un puntillo y todavía adelanto
algún ciclista antes de terminar la subida de La Arañada.
Espero que vayan pasando todos
hasta que veo que ya no viene nadie. Del coche escoba no hay noticias así
que continúo hasta el avituallamiento. Aquí la parada es larga esperando al
coche escoba que tarda en llegar. Según me comenta Jandro, que se ha quedado
con los últimos, estaban a 10-11
Km. de la cabeza. Ahora luce el sol y la
temperatura es de casi 20º y aunque estamos mucho tiempo parados se está bastante bien.
Seguimos la ruta camino del alto
de Chércoles, la máxima dificultad de la marcha de este año. Salimos tranquilos
aunque poco a poco el pelotón se va estirando y llega al pueblo ya bastante
roto. Empiezo un poco fuerte para ir bien situado y me acoplo con un grupito de
tres con Diego Pinilla que vienen más rápido. En la rampa final levanto ya el
pie y me quedo esperando para echar unas fotos a todos los que vienen por
detrás, que van llegando casi de uno en uno.
Nos reagrupamos para cruzar todos
juntos la CL-116 hasta Alentisque. A partir de aquí el viento va a ser el
protagonista, primero soplando en contra hasta Momblona y luego de costado
hasta Morón de Almazán. A pesar del aire el terreno ligeramente favorable
permite rodar bien y en los toboganes y la bajada a Morón voy bastante rápido.
Desde Morón de Almazán ya solo
nos queda la pequeña dificultad de los dos repechos que nos llevan hasta
Señuela. El viento sigue soplando lateral y aunque molesta deja subir sin
problema.
En Señuela paramos a reagruparnos
pero con el aire que entra y la temperatura que ha bajado bastante enseguida
nos empezamos a quedar fríos. Lo más rápido posible nos ponemos de nuevo en
movimiento. Ya solo nos queda coger la antigua nacional y todos juntos,
protegidos del fuerte viento que ahora nos viene de cara, terminamos la marcha
en el paseo de la Arboleda.
Y como siempre el epilogo de esta
magnifica jornada ciclista lo pone la tradicional comida de hermandad en
la que participantes y acompañantes degustamos la espectacular paella preparada
por Toni.
Fotos de ediciones anteriores
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