jueves, 6 de julio de 2017

Suiza 2017. Ruta 4. Grimsel y Oberaarsee, Furka y Susten



Hoy toca la etapa reina del viaje, un clásico de Suiza y los Alpes. Una ruta circular de 133 Km. y 3.800 m. de desnivel con los puertos de Grimsel (con el añadido del Oberaarsee), Furka y Susten. Si se quita la subida al Oberaarsee se quedaría en diez Km. menos, pero esto sería imperdonable. Esta ruta supone un cambio radical con las anteriores, pasando de las pequeñas y empinadas carreteras a los grandes pasos alpinos con porcentajes mucho más asequibles.


La mañana es esplendida, ya no queda ni rastro de la tormenta de la tarde de ayer. A las ocho y media salgo de Innertkirchen en dirección sur tomando la carretera del Grimselpass y dejando a la izquierda la que va al Sustenpass, que será por donde bajaré para completar la ruta.


El Grimsel es un puerto largo, veintiséis Km., de pendientes muy irregulares que va remontando el río Aare. Durante muchos Km. la subida no tiene nada de especial, hasta que se llega a un túnel, con la circulación prohibida para ciclistas, donde hay que tomar una bonita carretera alternativa con un tramo adoquinado.







La pendiente aumenta y se va a situar sobre el 8% hasta el final, exceptuando un par de descansos. Superado el túnel y ya de nuevo en la carretera general pronto va a aparecer la primera de las presas que nos encontramos en esta ascensión, la de Räterischsboden.






Terminado el tramo llano del embalse enseguida aparecen las dos presas que tiene el Grimselsee






Superadas las dos amplias herraduras que llevan hasta este embalse la panorámica es grandiosa. Detrás de la presa del Grimselsee se puede ver la montaña del Lauteraarhorn (4.042 m.).







Desde la presa del Grimselsee se accede al Grimsel Hospiz, situado en un promontorio rocoso entre las dos presas del embalse, y actualmente convertido en hotel. Las vistas desde allí tienen que ser interesantes pero hoy ya voy bien servido así que sigo para adelante.




 
Ya solo me falta para coronar el puerto un tramo con cuatro herraduras, de nuevo con vistas impresionantes de los lagos que he dejado atrás.





 
Cuando llego a la cima situada a 2.164 m. de altitud enfilo directamente a la pequeña carretera que sale a la derecha en dirección al Oberaarsee. Esta ruta de algo más de cinco Km. es de tráfico alternativo para subir y bajar.



 
En cuanto asciendo un poco y echo la mirada atrás la panorámica con toda la parte final del puerto es bestial. Se me acaban ya los adjetivos, jaja.






Avanzo por encima del Grimselsee, en una carretera excavada en la pared rocosa de la montaña que se va adentrando en un increíble paisaje glaciar que culmina con el último de los lagos, el Oberaarsee (2.350 m. de altitud). Una autentica maravilla este recorrido, imprescindible si se sube el Grimselpass.







Toca volver por el mismo sitio y para abandonar la presa tengo que superar una rampa del 15%, la más dura de la ruta de hoy. De nuevo en la cima del Grimsel otro lago más, el Totensee (Lago de los Muertos).





La bajada por la otra vertiente hacia el valle de Goms en el cantón de Valais es uno de los momentos más esperados del viaje. Este valle, donde nace el Ródano, ofrece una panorámica excepcional del Grimsel y en frente el Furka y el glaciar del Ródano. Una de las grandes postales de los Alpes, y un lugar mítico que ya puedo tachar de la lista de pendientes.






Bajo las seis herraduras del Grimsel y en cinco Km. llego a Gletsch.






Ahora tengo que girar a la izquierda para encarar la subida del Furka. Desde Gletsch son diez Km. a algo más del 6%, bastante llevaderos, aunque tiene un tramo de tres Km. al 8% que se agarra algo más. De salida hay que superar tres herraduras, casi enfrente de las del Grimsel que acabo de bajar, y que desde aquí se pueden observar perfectamente.






Luego viene un largo tramo rectilíneo donde nos vamos aproximando a las herraduras del Furka y podemos ver la cascada del Ródano. A principios del siglo pasado la lengua del glaciar cubría toda la pared de la montaña, llegando hasta el valle. Actualmente ha disminuido muchísimo, incluso en verano una parte del glaciar se cubre para evitar su deshielo.






Después de una amplia curva de vaguada a la izquierda encaro el tramo de las siete herraduras que tiene el Furka.






Desde esta parte las vistas del valle y la subida del Grimsel son también espectaculares.







En la cima, a 2.436 m. de altitud, hace un poco de viento pero la temperatura no esta mal. Es hora de comer y en un puesto ambulante me tomo una buena salchicha y una coca cola. Una pareja de moteros españoles (bueno ella era colombiana si no recuerdo mal) me echan la foto en el cartel y charlamos un poco.





Cuando voy a coger la bici el garmin ya se ha apagado, hoy también tendré que terminar la ruta sin datos. Ahora tengo más de treinta Km. de descenso, ya en el cantón de Uri. Por aquí volveré a pasar en sentido contrario en una ruta posterior, así que hoy no me entretengo mucho y dejo las fotos para otro día.






Dejo a mi derecha la localidad de Andermatt, que será mi siguiente alojamiento, y continúo bajando. Ahora la carretera atraviesa un estrecho desfiladero muy bonito con túneles y curvas enlazadas, aunque el intenso tráfico y las obras (tengo que parar un par de veces) hace que no lo disfrute del todo y se haga un poco pestoso.



En Wassen se termina el descenso y comienza la subida al Sustenpass. Son las tres de la tarde y en el valle hace muchísimo calor, así que antes de comenzar a subir paro en una fuente a refrescarme un poco y rellenar bidones.



El Susten es el puerto más duro de hoy, con una media del 7.6% en diecisiete Km. Al inicio tiene un tramo por zona de bosque pero pronto se abre y ya va a ser así hasta el final.







Enseguida veo que me va costar llegar a la cima. El sol pega con fuerza y se empieza a notar toda la dureza anterior, además el trazado del puerto no ayuda mucho. La carretera va ascendiendo por la ladera derecha del valle en una recta interminable que psicológicamente se hace muy dura. Aún siendo un puerto bonito esta parte se hace un poco monótona.







Mucho rato después la carretera gira a la izquierda y cambia un poco la visión. Ahora el puerto si que ofrece unas vistas impresionantes, sobretodo del valle que he dejado detrás.




Ya me estoy acercando al final de la subida, una gigantesca zeta que rasga la pared rocosa que cierra el valle. Espectacular esta parte final.








Y por fin llego a la boca del túnel, situado a 2.224 m. de altitud, por el que se accede al otro lado. El tercer dosmil del día ha caído, aunque me ha costado más de dos horas superarlo. Lo peor de hacer la ruta en este sentido es encontrarse el Susten al final. Con las fuerzas justas se puede hacer durísimo.






Atravieso el túnel y voy derechito al bar a por una coca cola bien ganada, que me tomo sin prisa en la terraza del local. En estas ocasiones doy por bueno el sablazo que te meten, jaja. Foto de rigor en el cartel y a seguir la marcha.





En la cima vuelvo a cambiar de cantón y entro de nuevo en el de Berna. Esta vertiente es mucho más larga, casi treinta Km., más tendida y con un paisaje más variado. En la parte superior el protagonista va a ser el glaciar Stein y el lago que forma.










El sol está cayendo y me fastidia un poco las fotos, así que tiro menos que de costumbre. Otro de los sitios característicos de esta vertiente es esta cascada que cae por encima del túnel por el que pasa la carretera.




Y las dos últimas un poco más abajo.






Casi son las siete de la tarde cuando termino la ruta, me voy superando, jaja. Unas diez horas y media he tardado. Llego con el tiempo justo para ducharme, tomar una cervecita y cenar.





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