Después de mi primer viaje a los
Alpes en el mes julio de 2011 en otoño hay que ir pensando en nuevos retos para
el año siguiente. Y así un día me viene a la cabeza el Nivolet, una subida que
tengo en la agenda desde hace mucho tiempo. Situado en el Parque Nacional de
Gran Paradiso, muy cerca del Iseran, pero en un valle sin salida un poco a
desmano, para llegar hasta él habría que pasar a Italia a través del valle de
Aosta al norte o el valle de Susa por el sur.
A pesar de la dificultad la
tentación es demasiado grande y me resulta ya imposible cambiar de idea, así que me pongo
manos a la obra para diseñar en torno al Nivolet el resto de rutas de lo que será
mi segundo viaje alpino.
Después de está pequeña introducción
vamos a lo que fue la ruta que en su diseño inicial iba a tener unos 108 Km. y 3.300 m. de desnivel con las
subidas al Nivolet y el lago de Teleccio pero que al final se ha quedado
solamente con la ascensión al Nivolet. El mal tiempo que he tenido algún día en
el valle de Aosta ha hecho que tenga que cambiar todo lo previsto y la ruta que
había pensado para el día anterior en el traslado entre Aosta y Cuorgne la he cancelado y he ido directo a subir el lago de Teleccio. Con esta subida ya
realizada la ruta se va a quedar en 84 Km. y 2.100 m. de desnivel.
Me he alojado en la localidad de
Cuorgne, en el Piamonte, y la tarde anterior he tenido tiempo para patear un
poco por sus calles. La diferencia entre los bonitos y cuidados pueblos de sus
vecinos franceses, o incluso los del valle de Aosta, con los
de esta zona mucho más pobre es brutal.
Conduzco unos 18 Km. hasta Locana,
localidad que da nombre al valle y que va a ser el punto de inicio de la ruta. Se
podría empezar desde cualquiera de los pueblos de esta parte baja del valle
pero las altimetrías de esta subida suelen situar su inicio aquí, a una altitud de 610 m.
Empiezo a remontar el valle por
la SS-460, bien asfaltada, y que discurre junto al río Orco que tengo siempre a
mi izquierda. Los primeros 12
Km. son muy suaves con pendientes entre el 2 y el 4%
para ir calentando un poco. La subida va a ser muy larga, 40 Km., y no conviene
animarse demasiado en esta parte inicial.
El Km. antes de llegar a Noasca tiene algo más de pendiente y pasada esta localidad vienen cuatro curvas de
herradura ya con rampas duras al 10-12% que continúan un poco más hasta llegar
a un pequeño tramo llano.
El llano dura poquito, justo
hasta llegar a la entrada del largo túnel que tiene esta subida. Unos 3.5 Km. a más del 8% que por
suerte se pueden evitar utilizando una ruta alternativa.
Así que giró a la izquierda y voy en busca de la carretera vieja. Cuando llego al
comienzo de la subida me encuentro una carretera muy destrozada, aunque dos
ciclistas italianos que también vienen por aquí me comentan que el inicio es lo peor y después mejora. Empezamos a subir aunque los dos italianos pronto
se detienen y tengo que seguir yo solo. Efectivamente más adelante esta algo mejor,
pero no deja de ser una carreterilla minúscula con algunos buenos socavones y
partes comidas ya por la hierba. Después de superar tres herraduras y una
buenas rampas termino llegando a una entrada lateral del túnel y no parece
haber otra continuación. Buena sorpresa me llevo, con esto no contaba así que
espero un poco a ver si vienen los italianos. Al final como no aparecen no me
queda otra que meterme al túnel, que por otra parte no presenta ningún
problema, esta perfectamente asfaltado, es ancho y con algo de arcén. Tiempo
después ya me enteré que hay que recorrer unos 100 m. por el túnel y volver
a salir por otra boca.
Pese a ser domingo el tráfico no
es exagerado y se pasa bien, aunque la dureza se nota y me lleva un rato ver de
nuevo la luz. Al salir la pendiente suaviza y los 3 Km. siguientes son bastante
más fáciles. Paso por Prese y poco después llego hasta Ceresole Reale donde se
nota el ambiente turístico del valle.
Una pequeña bajada me deja junto
al lago de Ceresole. Estoy a mitad de camino y todavía me quedan 1.000 m. de desnivel por
delante. El lago es bastante grande y lo voy recorriendo siempre próximo a la
orilla en un tramo bueno para recuperar y disfrutar del ambiente.
Superado el lago la carretera
sigue ascendiendo por el valle todavía de forma suave y con un paisaje ya de
alta montaña cada vez más interesante.
Al paso por Chiapili Di Sotto la pendiente aumenta un poco pero va a ser al superar Chiapili Di Sopra cuando la cosa se
va a poner más seria y se va a situar en el 8-9% durante varios
Km. en medio de un entorno realmente impresionante.
Alcanzo el fondo del valle y
ahora hay que subir a base de herraduras. Primero viene un tramo de cuatro
curvas con unas magnificas vistas sobre el valle que se abre a la izquierda
coronado por los picos de Levanna de 3.600 m. de altitud.
Casi a continuación llego al
siguiente tramo de curvas con otras siete herraduras. Espectacular esta parte
sobretodo cuando gano altura y puedo disfrutar del trazado de la carretera que
ya he superado.
Después de superar este duro
tramo se llega a los pies de la presa del lago Serrù donde a la izquierda de la
carretera hay una amplia zona de parking. Yo tengo que subir por la parte
derecha superando otras cinco herraduras. En la tercera de ellas, a una altitud
de 2.275 m.,
se sitúa la parte superior de la presa.
Sigo con las dos últimas
herraduras por encima del lago Serrù y sus aguas de color verde esmeralda y llego
hasta un paso desde el que tengo que descender un poco hasta alcanzar otro lago, el
Agnel
Cruzo sobre el muro de la presa
para llegar al otro lado y continuar con la última parte de la ascensión cuyas
primeras herraduras ya tengo delante. En cuanto gano un poco de altura las
vistas sobre los lagos Agnel y Serrù son espectaculares y todavía mucho más
abajo se pueden observan las primeras herraduras que conducen al lago Serrù.
Voy a hacer un pequeño alto en el
ciclismo y me paso un momento al cine para contar una pequeña curiosidad. Dos o
tres años después de haber subido el puerto haciendo zapping en la tele me
encuentro una película con una escena en la que un autobús se balancea colgado
en un precipicio. Desde el interior del autobús por la ventana trasera se puede
ver un fondo montañoso que me resulta familiar. Enseguida caigo y estoy casi
convencido que se trata del Nivolet, aunque la película termina aquí y me quedo
con las ganas de ver algo más. La película era The Italian Job, del año 1969,
protagonizada por Michael Caine. Pronto me hago con ella y la puedo ver entera
y llego al final donde el autobús desciende estas herraduras camino del lago
Agnel, por entonces todavía sin asfaltar, hasta sufrir un accidente y terminar
colgado del precipicio en una de las curvas.
Después de este pequeño paréntesis vamos de nuevo con la ascensión. Paso junto a otro pequeño lago y
a continuación viene otra serie de herraduras donde la vista panorámica con los
lagos Agnel y Serrù y la carretera que serpentea por la ladera es grandiosa.
Superadas las herraduras se llega
a un magnifico mirador que supone la última oportunidad de poder disfrutar de
la panorámica y la carretera gira a la derecha para buscar definitivamente
el paso de montaña que se encuentra apenas a 300 m.
Bajo por la otra vertiente hasta
el Pian del Nivolet perdiendo unos 80
m. de altitud. Por este lado también presenta un bonito
paisaje con varios lagos, aunque no alcanza la espectacularidad de la vertiente
opuesta.
Recorro todo el
llano hasta llegar al final del asfalto. Continuando bajando se comunica con el
valle de Aosta por Valsavarenche, una subida que hice hace unos días, pero no
está asfaltado. Hace años se planteó la posibilidad de asfaltar esta conexión
entre los valles de Locana y Aosta pero actualmente parece que el proyecto ha
quedado olvidado definitivamente. Vuelvo hasta el refugio Savoia donde paro a tomar algo antes de iniciar el descenso y la sesión fotográfica que me
va a llevar nada menos que tres horitas.
Finalizada la
ruta me quedo a comer en Locana mientras me entretengo viendo un partidillo de
voley en una cancha al lado del aparcamiento donde había dejado el coche, y
luego conduzco hasta la localidad de Susa donde al día siguiente me espera otro
grande, el colle delle Finestre.
El colle del
Nivolet más allá de sus datos numéricos, que desde luego son impresionantes: 2.612 m. de altitud, 40 Km. de longitud y 2.000 m. de desnivel, sobresale
por su increíble belleza, difícilmente superable. Después de haber subido
muchos de los grandes puertos alpinos el Nivolet es el primero de mi lista de favoritos.
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