domingo, 8 de julio de 2012

Alpes 2012. Ruta 8. Colle del Nivolet


Después de mi primer viaje a los Alpes en el mes julio de 2011 en otoño hay que ir pensando en nuevos retos para el año siguiente. Y así un día me viene a la cabeza el Nivolet, una subida que tengo en la agenda desde hace mucho tiempo. Situado en el Parque Nacional de Gran Paradiso, muy cerca del Iseran, pero en un valle sin salida un poco a desmano, para llegar hasta él habría que pasar a Italia a través del valle de Aosta al norte o el valle de Susa por el sur.

A pesar de la dificultad la tentación es demasiado grande y me resulta ya imposible cambiar de idea, así que me pongo manos a la obra para diseñar en torno al Nivolet el resto de rutas de lo que será mi segundo viaje alpino.

Después de está pequeña introducción vamos a lo que fue la ruta que en su diseño inicial iba a tener unos 108 Km. y 3.300 m. de desnivel con las subidas al Nivolet y el lago de Teleccio pero que al final se ha quedado solamente con la ascensión al Nivolet. El mal tiempo que he tenido algún día en el valle de Aosta ha hecho que tenga que cambiar todo lo previsto y la ruta que había pensado para el día anterior en el traslado entre Aosta y Cuorgne la he cancelado y he ido directo a subir el lago de Teleccio. Con esta subida ya realizada la ruta se va a quedar en 84 Km. y 2.100 m. de desnivel.

Me he alojado en la localidad de Cuorgne, en el Piamonte, y la tarde anterior he tenido tiempo para patear un poco por sus calles. La diferencia entre los bonitos y cuidados pueblos de sus vecinos franceses, o incluso los del valle de Aosta, con los de esta zona mucho más pobre es brutal.
Conduzco unos 18 Km. hasta Locana, localidad que da nombre al valle y que va a ser el punto de inicio de la ruta. Se podría empezar desde cualquiera de los pueblos de esta parte baja del valle pero las altimetrías de esta subida suelen situar su inicio aquí, a una altitud de 610 m.

Empiezo a remontar el valle por la SS-460, bien asfaltada, y que discurre junto al río Orco que tengo siempre a mi izquierda. Los primeros 12 Km. son muy suaves con pendientes entre el 2 y el 4% para ir calentando un poco. La subida va a ser muy larga, 40 Km., y no conviene animarse demasiado en esta parte inicial.

El Km. antes de llegar a Noasca tiene algo más de pendiente y pasada esta localidad vienen cuatro curvas de herradura ya con rampas duras al 10-12% que continúan un poco más hasta llegar a un pequeño tramo llano.

El llano dura poquito, justo hasta llegar a la entrada del largo túnel que tiene esta subida. Unos 3.5 Km. a más del 8% que por suerte se pueden evitar utilizando una ruta alternativa. Así que giró a la izquierda y voy en busca de la carretera vieja. Cuando llego al comienzo de la subida me encuentro una carretera muy destrozada, aunque dos ciclistas italianos que también vienen por aquí me comentan que el inicio es lo peor y después mejora. Empezamos a subir aunque los dos italianos pronto se detienen y tengo que seguir yo solo. Efectivamente más adelante esta algo mejor, pero no deja de ser una carreterilla minúscula con algunos buenos socavones y partes comidas ya por la hierba. Después de superar tres herraduras y una buenas rampas termino llegando a una entrada lateral del túnel y no parece haber otra continuación. Buena sorpresa me llevo, con esto no contaba así que espero un poco a ver si vienen los italianos. Al final como no aparecen no me queda otra que meterme al túnel, que por otra parte no presenta ningún problema, esta perfectamente asfaltado, es ancho y con algo de arcén. Tiempo después ya me enteré que hay que recorrer unos 100 m. por el túnel y volver a salir por otra boca.

Pese a ser domingo el tráfico no es exagerado y se pasa bien, aunque la dureza se nota y me lleva un rato ver de nuevo la luz. Al salir la pendiente suaviza y los 3 Km. siguientes son bastante más fáciles. Paso por Prese y poco después llego hasta Ceresole Reale donde se nota el ambiente turístico del valle.

Una pequeña bajada me deja junto al lago de Ceresole. Estoy a mitad de camino y todavía me quedan 1.000 m. de desnivel por delante. El lago es bastante grande y lo voy recorriendo siempre próximo a la orilla en un tramo bueno para recuperar y disfrutar del ambiente.

Superado el lago la carretera sigue ascendiendo por el valle todavía de forma suave y con un paisaje ya de alta montaña cada vez más interesante.

Al paso por Chiapili Di Sotto la pendiente aumenta un poco pero va a ser al superar Chiapili Di Sopra cuando la cosa se va a poner más seria y se va a situar en el 8-9% durante varios Km. en medio de un entorno realmente impresionante.

Alcanzo el fondo del valle y ahora hay que subir a base de herraduras. Primero viene un tramo de cuatro curvas con unas magnificas vistas sobre el valle que se abre a la izquierda coronado por los picos de Levanna de 3.600 m. de altitud.


Casi a continuación llego al siguiente tramo de curvas con otras siete herraduras. Espectacular esta parte sobretodo cuando gano altura y puedo disfrutar del trazado de la carretera que ya he superado.

Después de superar este duro tramo se llega a los pies de la presa del lago Serrù donde a la izquierda de la carretera hay una amplia zona de parking. Yo tengo que subir por la parte derecha superando otras cinco herraduras. En la tercera de ellas, a una altitud de 2.275 m., se sitúa la parte superior de la presa.

Sigo con las dos últimas herraduras por encima del lago Serrù y sus aguas de color verde esmeralda y llego hasta un paso desde el que tengo que descender un poco hasta alcanzar otro lago, el Agnel

Cruzo sobre el muro de la presa para llegar al otro lado y continuar con la última parte de la ascensión cuyas primeras herraduras ya tengo delante. En cuanto gano un poco de altura las vistas sobre los lagos Agnel y Serrù son espectaculares y todavía mucho más abajo se pueden observan las primeras herraduras que conducen al lago Serrù.




Voy a hacer un pequeño alto en el ciclismo y me paso un momento al cine para contar una pequeña curiosidad. Dos o tres años después de haber subido el puerto haciendo zapping en la tele me encuentro una película con una escena en la que un autobús se balancea colgado en un precipicio. Desde el interior del autobús por la ventana trasera se puede ver un fondo montañoso que me resulta familiar. Enseguida caigo y estoy casi convencido que se trata del Nivolet, aunque la película termina aquí y me quedo con las ganas de ver algo más. La película era The Italian Job, del año 1969, protagonizada por Michael Caine. Pronto me hago con ella y la puedo ver entera y llego al final donde el autobús desciende estas herraduras camino del lago Agnel, por entonces todavía sin asfaltar, hasta sufrir un accidente y terminar colgado del precipicio en una de las curvas.
Después de este pequeño paréntesis vamos de nuevo con la ascensión. Paso junto a otro pequeño lago y a continuación viene otra serie de herraduras donde la vista panorámica con los lagos Agnel y Serrù y la carretera que serpentea por la ladera es grandiosa.

Superadas las herraduras se llega a un magnifico mirador que supone la última oportunidad de poder disfrutar de la panorámica y la carretera gira a la derecha para buscar definitivamente el paso de montaña que se encuentra apenas a 300 m.

Bajo por la otra vertiente hasta el Pian del Nivolet perdiendo unos 80 m. de altitud. Por este lado también presenta un bonito paisaje con varios lagos, aunque no alcanza la espectacularidad de la vertiente opuesta.

Recorro todo el llano hasta llegar al final del asfalto. Continuando bajando se comunica con el valle de Aosta por Valsavarenche, una subida que hice hace unos días, pero no está asfaltado. Hace años se planteó la posibilidad de asfaltar esta conexión entre los valles de Locana y Aosta pero actualmente parece que el proyecto ha quedado olvidado definitivamente. Vuelvo hasta el refugio Savoia donde paro a tomar algo antes de iniciar el descenso y la sesión fotográfica que me va a llevar nada menos que tres horitas.

Finalizada la ruta me quedo a comer en Locana mientras me entretengo viendo un partidillo de voley en una cancha al lado del aparcamiento donde había dejado el coche, y luego conduzco hasta la localidad de Susa donde al día siguiente me espera otro grande, el colle delle Finestre.
El colle del Nivolet más allá de sus datos numéricos, que desde luego son  impresionantes: 2.612 m. de altitud, 40 Km. de longitud y 2.000 m. de desnivel, sobresale por su increíble belleza, difícilmente superable. Después de haber subido muchos de los grandes puertos alpinos el Nivolet es el primero de mi lista de favoritos.



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