Como cada año una nueva temporada
cicloturista comienza con la Bilbao-Bilbao. Y como viene siendo costumbre
estamos toda la semana pendientes del tiempo y hasta el jueves no decidimos ir,
viendo que parece que no lloverá, aunque el aire soplará fuerte.
En esta edición la expedición es
reducida, solamente Romel, Jandro, y yo. Salimos a las 15:30 y sobre las 18:00
llegamos a Bilbao, que nos recibe con cielo despejado y unos agradables 21º.
Pasamos primero a recoger los dorsales en el Centro Comercial Zubiarte. Hay
bastante gente y aunque la fila es bastante larga va bastante rápido y no
tardamos demasiado en retirar los nuestros.
Desde el Centro Comercial nos
vamos hasta el alojamiento. Este año nos quedamos en Bilbao, tenemos reservada
una habitación en un albergue. Subimos el equipaje y las bicis a la habitación,
buscamos un sitio para cenar y después dejamos ya las bicis preparadas para el
día siguiente.
El horario para el desayuno es a
las 07:30. Bajamos un poco antes y encontramos el comedor bastante concurrido
ya. Gran parte del albergue está ocupado por ciclistas, entre ellos un club de
Cataluña que ha venido con un autobús.
Unos 3 Km. descendentes y llegamos
a la salida en el puente de Deusto. Cielo cubierto y una agradable temperatura
de 12º, aunque hoy el mayor peligro va a ser el viento que ya sopla fuerte.
Esta edición la marcha tiene como novedad la posibilidad de elegir entre tres
recorridos de 85, 115 y 125
Km. Queremos hacer el largo, así que salimos a las 08:15,
un poco antes que otros años.
La salida como siempre es
bastante lenta, hasta que llegamos a la ría y ya podemos rodar un poco más
rápido. Como suele ser habitual nos toca algún parón pero menos que otras
veces. En general la marcha ha ido más fluida, mucho mejor que el año pasado
que no fui nada cómodo en esta primera parte.
Este invierno casi no hemos
salido a la carretera, así que nos lo tomamos con un poco de tranquilidad,
aunque en las subidas de Barrika y Andraka Jandro pone un poquito más de ritmo.
Nos alcanza Jose Manuel Yubero de Berlanga de Duero y seguimos los cuatro
juntos. Llegamos a la suave subida a Umbe, la parte de la marcha que más me
gusta. Aquí Romel pone un ritmo más alegre y vamos adelantando a mucha gente. Bajada
rápida y luego viene una zona fácil hasta llegar al avituallamiento en el
Parque Tecnológico de Zamudio. Ya casi llegando, al paso por San Martín de
Arteaga, pincho la rueda delantera. Los demás van un poco por delante así que
no se han enterado. Lo primero intento avisarles con un whatssap, pero el móvil
está casi sin batería y con las prisas se lo mando al Roji y además sin
conectar los datos, jaja. Cambio la cámara y sigo hasta la entrada del avituallamiento.
Allí solo me encuentro a Jandro, Romel se ha vuelto para buscarme. Un poco
después lo vemos aparecer, se había ido hasta más allá del pueblo y nos hemos
cruzado sin vernos.
José Manuel ha seguido camino y
nos quedamos los tres. Pasado el avituallamiento se rueda con menos
aglomeraciones. Subimos Artebakarra que tampoco tiene mucha dificultad y
después de unos Km. llanos llegamos a la subida de Morga. En otras ediciones
esta era la última ascensión de la prueba y alguna vez me he pegado aquí un
buen calentón. Esta vez todavía queda el Vivero por delante y subimos a buen
ritmo pero guardando un poco.
Ya bajando nos damos cuenta que
vamos un poco justos para llegar al inicio del Vivero en tiempo. Este tramo
solo está abierto de las 11:50 a las 12:50 y cuando llegamos al desvío pasan 3
minutos del tiempo. La policía nos deja pasar, aunque nos advierte que es bajo
nuestra responsabilidad. Detrás de nosotros sube también bastante más gente y
la verdad es que en todo momento estuvimos acompañados por el dispositivo de la
marcha. Para el próximo año creo que deberían ampliar este horario de paso que
se queda bastante corto si sales de las 08:30 en adelante.
El puerto empieza fuerte con
rampas que llegan al 13-14% y casi sin
querer me marcho un poco por delante. Cuando la pendiente baja espero que me
alcancen y ya subimos los tres juntos. Quitando la rampas iniciales esta
vertiente no tiene mucha más historia, la verdad es que me lo esperaba mas
duro.
Bajada por carretera estrecha y
con pendiente bastante fuerte que nos vuelve a dejar en la autovía. Esta
vertiente parece dura y bastante más constante. A partir de aquí ya solo nos
resta el último calentón en el repecho de Begoña y ya podemos disfrutar de la
entrada en Bilbao con el impresionante Guggenheim y la llegada en la Gran Vía
repleta de gente.
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