Inicio la ruta temprano, apenas
pasadas las 7 de la mañana. Desde Sant Antonio bajo hasta Bormio donde sigo por
la SP27, ruta alternativa a la carretera general del valle la SS38. Por esta
carretera provincial voy descendiendo la Valtellina atravesando los pueblos del
valle en un largo recorrido siempre favorable pero donde hay que dar muchos
pedales. En 33 Km.
llego a Mazzo in Valtellina el pueblo donde se inicia la vertiente más famosa
del Mortirolo.
Estrenado por el Giro en el año
1990 por la vertiente de Monno en el 91 se subió por primera vez por Mazzo, la
vertiente utilizada habitualmente por el Giro y el puerto más duro que se había
subido hasta entonces. Muchas veces se ha subido desde entonces, siempre como
puerto de paso, y sus rampas han sido escenario de grandes batallas que lo han
convertido en un puerto mítico. Y aunque a día de hoy otras ascensiones le
superen en dificultad el Mortirolo sigue siendo un puerto temido por todos los
ciclistas que afrontan su conquista.
Pues aquí estoy preparado para la
escalada junto al cartel de inicio del puerto con perfil incluido. Encontrar el
camino del puerto no tiene mucha dificultad al estar continuamente señalizado
con varias indicaciones.
Al salir del pueblo pronto la
pequeña carretera se mete en un frondoso bosque y la pendiente se sitúa ya en
el 10%, aunque durante un par de Km. va a ser muy irregular alternando rampas
más duras con algún descansillo que deja recuperar.
Esto es solo el aperitivo y una
vez superada la iglesia de San Matteo viene el tramo más terrorífico de la
subida. Durante más de 5 Km.
la pendiente no va a dar respiro, siempre por encima del 10% y con continuas
rampas entre el 15 y el 20%. La subida va a seguir casi permanentemente dentro
del cerrado bosque, con muchas curvas, aunque las vistas que ofrece sobre el
valle sean más bien escasas. A estas alturas del viaje las piernas no están ya
para muchos alardes y el ritmo que llevo es bastante cansino aunque las
pequeñas paradas para sacar alguna foto me sirven para recuperar un poco.
Se hace muy duro este tramo pero
llegando a Piaz la pendiente empieza a aflojar un poco y pronto alcanzo la
curva donde se encuentra el monumento al gran escalador Marco Pantani donde la
parada es obligatoria.
Lo peor ha pasado y los 3 Km. que me faltan aunque
sigan teniendo su dureza, sobre el 9% de pendiente media, ya no tienen nada que
ver con los anteriores. Ahora el bosque va a ir perdiendo protagonismo y deja
paso a las praderas, resultando visualmente mucho más atractivo.
Se disfruta más en esta parte
final antes de coronar este Passo della Foppa, que es la otra denominación que
tiene este puerto. Al final entre los descansillos del inicio y el final
bastante más asequible me dejó la sensación de no ser tan difícil como me
esperaba. Quizá el haber pasado unos días antes por el terrorífico Zoncolan tenga
algo que ver en esta impresión, pero que nadie se lleve a engaño el Mortirolo
es un puerto durísimo con una tremenda parte central.
Son un poco más de las diez de la
mañana y en todo el rato que estoy en la cima no pasa nadie por allí así que al
final me tengo que echar yo la foto…
La vertiente de Edolo por la que
desciendo no tiene nada que ver con la de Mazzo y es la más fácil de todas las
que tiene el puerto, con una pendiente mucho menor que hace la bajada más cómoda.
Después de pasar por Monno llego
a la SS-42, la carretera principal del valle de Camonica que se dirige al passo
del Tonale. Unos 15 Km.
tengo que transitar por esta vía hasta llegar a Ponte di Legno, siempre en
ligero ascenso y con un poco de tráfico, que se termina haciendo algo pestosa.
Esta localidad se suele
considerar el punto del inicio de la segunda ascensión de la ruta el Passo
Gavia. Uno de los grandes puertos alpinos, incluido por primera vez en el Giro en
el año 1960, aunque luego no volvió a aparecer hasta la edición de 1988. Dantesca
etapa la que se vivió ese año en el ascenso del puerto, todavía con una parte
sin asfaltar, y sobre todo en un descenso infernal con nieve y temperaturas
bajo cero. Llegaron juntos a la meta Breukink que se llevo la etapa y Hamspten
que se puso líder y al final termino ganando aquel Giro. Johan Van der Velde
que había pasado el primero por la cima perdió en la bajada hasta Bormio nada
menos que 46 minutos.
Al año siguiente se volvió a
incluir de nuevo en el trazado del Giro y esta vez la etapa tuvo que ser
cancelada. A partir de ese año tanto el Gavia como su vecino Stelvio han sido
incluidos solo esporádicamente, teniendo en cuenta el gran riesgo que conlleva
pasar estos puertos de gran altitud en el mes de mayo.
Abandono Ponte di Legno por la
SS-300 y empiezo a subir de inicio sin demasiada dureza. Pronto llego a un área
recreativa con una fuente y aprovecho para comer algo y coger agua.
Después de la pequeña parada
reanudo la ascensión y enseguida llego al primer Km. duro del puerto al 9% de
pendiente media, aunque el siguiente hasta llegar a Santa Apollonia es mucho
más suave.
A partir de aquí ya no hay
descanso y la pendiente media de los 11 Km. que restan para llegar a la cima van a
estar en torno al 9%. Empiezan las herraduras y después de superar la segunda
de ellas la carretera se mete en el bosque y pasa bruscamente de los dos
carriles que tenía a ser una minúscula pista que sigue manteniendo un asfalto
perfecto. Esta es la zona más dura del Gavia y las rampas entre el 12 y el 15%
se van sucediendo mientras atravieso el espectacular bosque.
Después del bosque continúan las
herraduras ahora ya con magnificas vistas del fondo del fondo del valle que he
dejado atrás y las cumbres a las que me voy poco a poco acercando.
Terminan las curvas y la
carretera va a ir ahora colgada en la ladera de la montaña con un trazado mucho
más rectilíneo, quedando el barranco siempre a la izquierda.
Llego hasta la boca del túnel. La
pista que lo bordea por la izquierda es impracticable y no queda otro remedio
que pasar por él. Tiene unos 500
m. de longitud y no está iluminado así que he puesto una
luz delantera para atravesarlo sin problemas.
Las praderas han quedado atrás y
la parte final del puerto discurre por un terreno rocoso y agreste. Después de
superar una curva a la derecha me encuentro frente al muro final con una curva
de vaguada por encima del torrente que baja desde la cima y tres curvas de
herradura posteriores cuyo trazado se adivina perfectamente desde aquí abajo.
La dureza del puerto empieza a
pasar factura y a estas alturas voy ya pidiendo la hora así que cuando llego a
las curvas tengo la excusa perfecta para detenerme a sacar unas fotos de la
impresionante panorámica sobre el lago Nero y el último tramo de ascensión
superado.
Después de las herraduras todavía
queda un último Km. que afortunadamente no es tan duro y me permite coronar el
puerto con algo menos de sufrimiento. Uno de los grandes conquistado así que lo
primero es la foto en el cartel y después a recuperar fuerzas con una cervecita
y un bocata que me tomo al solecito en la terraza del Refugio Bonetta. Momentos
como este no tienen precio.
Son casi las tres de la tarde y
hay que reanudar la marcha. Unas últimas fotos al lago Bianco antes de
abandonar definitivamente la cima y un poco más abajo otra parada en el
monumento a los caídos en la primera guerra mundial con el glaciar de Dosegù
como fondo.
Larga bajada con más de 20 Km. de longitud la que
tengo por delante. Esta vertiente, aún siendo también un gran puerto, no tiene
la dureza y espectacularidad de la opuesta. La batería de la cámara está en las
últimas y hago el descenso más rápido que de costumbre y con poquitas paradas, solamente
en alguna herradura y poco más.
El viaje de este año ha llegado a su fin y no ha podido
tener mejor colofón con esta espectacular ruta.
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